El Plan Nacional Hídrico, un ambicioso proyecto del gobierno federal, está en marcha con el objetivo de mejorar la distribución del agua potable en las regiones más afectadas por la escasez del recurso en México. Este proyecto, impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum, no solo busca asegurar el acceso al agua como un derecho humano, sino también garantizar un manejo sustentable y eficiente de este vital recurso. Hidalgo, un estado clave en este plan, recibirá una inversión de alrededor de 400 mil millones de pesos para ejecutar diversas acciones entre 2025 y 2029.
Proyecto a largo plazo con impacto regional
El Plan Nacional Hídrico se desarrollará en cuatro etapas programadas entre 2025 y 2029, con un enfoque en la tecnificación de tierras, el saneamiento de ríos, la prevención de inundaciones y la mejora de la infraestructura para el abastecimiento de agua potable. El trabajo también incluye una atención especial a la limpieza y recuperación de la Presa Endhó, crucial para la gestión hídrica en la región.
El secretario de Planeación y Prospectiva de Hidalgo, Miguel Ángel Tello Vargas, explicó que este plan tiene un componente integral que beneficiará tanto a agricultores como a comunidades rurales. La primera fase del proyecto ya está en marcha en el municipio de Tula, en localidades cercanas al canal Tlamaco-Juandhó, como Tula de Allende y Alfajayucan, donde se están llevando a cabo labores de revestimiento de canales y la nivelación de parcelas para mejorar la eficiencia en el uso del agua en el campo.
Un impacto económico significativo
La magnitud de la inversión refleja la importancia del Plan Hídrico para la economía de Hidalgo. Según Tello, el gobierno estatal y federal destinarán alrededor de 2 mil millones de pesos solo para la primera etapa del plan en Hidalgo, con un 70% de estos recursos enfocados en la región de Tula. A medida que avance el proyecto, se estima que la cifra total de inversión para el estado podría llegar hasta 5 mil millones de pesos solo en este año. Para poner en perspectiva la magnitud de la inversión, Tello mencionó que la cantidad destinada a este proyecto es equivalente a dos veces el costo de la construcción del Puente Atirantado de Pachuca.
Prevención de inundaciones y saneamiento de ríos
Uno de los objetivos fundamentales del Plan Hídrico es la prevención de inundaciones graves, especialmente aquellas que pueden superar los 300 o 400 metros cúbicos por segundo. La Secretaría de Infraestructura Pública y Desarrollo Urbano Sostenible (SIPDUS) es la encargada de coordinar la construcción de muros en los cuerpos de agua más propensos a desbordarse, protegiendo así a las comunidades cercanas.
Paralelamente, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) trabaja en el saneamiento de los ríos, tarea esencial para mejorar la calidad del aire y la vida de las personas que habitan en sus cercanías. Esto incluye la modernización y acondicionamiento de las plantas de tratamiento de aguas residuales para asegurar que los cuerpos de agua estén libres de contaminantes.
Agua potable y sostenibilidad para las comunidades
El acceso al agua potable es otro de los pilares del Plan Nacional Hídrico. La Comisión Estatal del Agua (CEA) implementará acciones para que las comunidades más vulnerables de Hidalgo cuenten con agua potable a través de la construcción de nuevos pozos. Sin embargo, Tello advirtió que no todas las localidades recibirán un pozo, ya que se priorizarán aquellas áreas con mayores carencias.
La limpieza de la Presa Endhó también forma parte de las acciones clave para garantizar la disponibilidad de agua en el estado. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (SEMARNATH) será la encargada de llevar a cabo esta tarea, al tiempo que promoverá prácticas más eficientes en el uso del agua entre los agricultores.
Monitoreo y medición del agua en el Río Tula
Uno de los avances más significativos de este proyecto es la instalación de un sistema de medición en el Río Tula, el primero de su tipo en la región. Este sistema tiene como objetivo evaluar el funcionamiento de la planta de tratamiento de Atotonilco de Tula, monitoreando la calidad del agua en términos de posibles contaminantes, como metales pesados, y asegurando que la cantidad de agua destinada a los productores sea suficiente para sus necesidades. Además, se realizará un análisis de la materia orgánica presente en el agua, que puede beneficiar los cultivos agrícolas de la región.