Hidalgo no solo tiene ecoturismo para regalar, sino que también cuenta con arquitectura histórica que debes conocer, siendo Actopan el hogar de uno de estos sitios importantes, el que es el exconvento agustino de San Nicolás de Tolentino.
Este es uno de los mayores ejemplos del arte novohispano del siglo XVI, así que este lugar fue declarado Monumento Histórico y Artístico de la Nación en 1933 luego de que fuera fundado en 1546.
El exconvento de San Nicolás Tolentino, al ser una joya arquitectónica, destaca por la historia y el valor cultural que posee.
Historia del exconvento de San Nicolás Tolentino en Actopan
La construcción del convento se dio bajo la dirección del fray Andrés de Mata, quien era provincial de la orden fray Alonso de la Vera Cruz en el año 1550, y el conjunto era uno de los conventos agustinos de mayores dimensiones que aún se conserva como testigo de los trabajos de evangelización que los mendicantes promovieron entre la cultura otomí de la región.
El exconvento fue construido entre 1546 y 1575 por los frailes agustinos, quienes usaron la región de Actopan en el Valle del Mezquital con el fin de difundir el cristianismo y establecer una base sólida de la evangelización.
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Este exconvento está dedicado a San Nicolás Tolentino, santo patrono del lugar, quien fue conocido por su devoción y los milagros que hizo en vida.
Otra de las cosas que destacan de este lugar son los murales y el arte, los que fueron hechos por indígenas bajo la supervisión de los frailes, y reflejaban la combinación de elementos cristianos e indígenas. Entre los más destacados del exconvento de San Nicolás Tolentino, está el mural de El Juicio Final, que está adentro y muestra una interpretación del cielo y el infierno.
Este lugar, a pesar del parcial abandono que ha vivido, ha sido objeto de proyectos de restauración, específicamente en el siglo XX con el fin de preservar sus estructuras importantes y el arte sacro.
