La Catedral de Notre Dame, que reabrirá sus puertas al público este domingo tras una extensa restauración de cinco años, es mucho más que un simple monumento. Este emblemático símbolo de París, conocido por su impresionante arquitectura gótica, esconde historias y detalles fascinantes que enriquecen su legado. A continuación, exploramos cinco curiosidades sobre este icónico edificio.
1. El punto de partida de Francia
La catedral, no solo es un ícono arquitectónico, sino que también se considera el punto de partida para medir las distancias en todo el país. Frente a la catedral se encuentra una placa de bronce que marca el “point zéro des routes de France”. Esta referencia, instalada en 1924, simboliza la conexión entre París y otras ciudades francesas, estableciendo a la capital como el corazón geográfico de la nación.
2. Gárgolas y quimeras de Notre-Dame
Las gárgolas de Notre-Dame son famosas por su aspecto aterrador, pero no todas son lo que parecen. Las auténticas gárgolas, diseñadas para drenar el agua, han estado en la catedral desde su construcción. Sin embargo, muchas de las figuras grotescas que adornan el edificio son quimeras, añadidas en el siglo XIX por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc. Inspirado por “El jorobado de Notre-Dame” de Victor Hugo, Viollet-le-Duc creó estas criaturas fantásticas para realzar la atmósfera mística del lugar.
3. El contexto de su historia
Durante la Revolución Francesa, fue despojada de sus símbolos religiosos y rebautizada como “Notre-Dame de la Raison”. En lugar de ser un recinto sagrado, se convirtió en un espacio para celebrar festivales dedicados a la razón y la ciencia. En 1795, los servicios religiosos se reanudaron gracias a Napoleón Bonaparte, quien fue coronado en la catedral en 1804.
4. Las cabezas perdidas de Notre Dame
En 1792, durante los tumultuosos días de la Revolución Francesa, se decapitaron estatuas en la fachada de Notre-Dame que representaban a antiguos reyes de Judá. Se pensó que las cabezas habían desaparecido para siempre, hasta que en 1977 se encontraron fragmentos durante una renovación en París. Hoy en día, varias de estas cabezas han sido restauradas y están expuestas en el Museo de Cluny.
5. Problemas ambientales post incendio
El incendio devastador que ocurrió en 2019 no solo causó daños estructurales significativos, sino que también liberó grandes cantidades de plomo al aire. Este evento puso de relieve la falta de regulaciones sobre la contaminación por dicho metal en áreas urbanas. Las autoridades tuvieron que llevar a cabo una limpieza exhaustiva para proteger tanto a los residentes como a los turistas que frecuentan el área alrededor de la catedral.
La reapertura de Notre-Dame marca un nuevo capítulo en su historia rica y compleja. A medida que los visitantes regresan a admirar su belleza y significado cultural, también se recuerda la importancia de preservar este tesoro histórico para las generaciones futuras.
