Banxico ha señalado que un descenso del producto interno bruto tendría serias consecuencias en la económica nacional. Afectando no solo la capacidad del país para las inversiones, sino el aumento del desempleo, impactando la economía y el bienestar de las familias.
El pasivo laboral de Petróleos Mexicanos es una fuente persistente de presión para la calificación crediticia. Un probable desgaste de su calificación puede producir volatilidad en los mercados financieros, aumentar las tasas de interés y depreciar el peso frente al dólar, incrementando la deuda privada y pública.
Banxico con preocupaciones
El Reporte de Estabilidad Financiera presentado por la gobernadora del Banco de México (Banxico), Victoria Rodríguez Ceja, destaca que el 78% de las opiniones puestas en las encuestas se percatan sobre una posible inflación elevada a la esperada. Además, los cambios desorganizados en las tasas de interés internacionales pueden afectar las decisiones para invertir en México y el costo del crédito.
El deterioro de la calificación soberana de México y de la economía global son amenazas críticas que se mencionan en el informe. A todo esto se le suman variables no financieras, como riesgos tecnológicos y políticos, que pueden crear una incertidumbre extra en el estado económico.
El sistema bancario mexicano enfrenta posibilidades de niveles superiores de morosidad, lo que va a limitar los ingresos de las empresas financieras. Aunque se muestra resiliencia, la capacidad de crédito puede verse limitada, lo que afectará a consumidores y empresas.
Ingreso de remesas en riesgo
La tranquilidad del mercado laboral de Estados Unidos puede impactar los empleos de los migrantes mexicanos, reduciendo el envío de remesas, una de las fuentes esenciales de ingreso para millones de familias en el país.
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