Las mujeres han enfrentado el dilema de elegir entre su vida familiar y su carrera profesional. Aunque se han logrado avances, un reciente estudio de OCC Mundial revela que el género y las responsabilidades familiares siguen siendo factores que impactan en el desarrollo laboral de las mujeres.
El “Termómetro Laboral” de OCC, que encuestó a 2,238 trabajadores en México, mostró que el 23% de las mujeres consideran que su género ha obstaculizado su crecimiento profesional. En contraste, solo el 9% de los hombres perciben lo mismo, y de ese porcentaje, el 77% afirma que su género les ha favorecido.
Además, el estudio destacó que el 14% de los encuestados sienten que las responsabilidades familiares limitan su desarrollo profesional, y de este grupo, el 57% son mujeres. Estos datos reflejan la necesidad de políticas laborales que promuevan la equidad y la conciliación entre la vida personal y profesional.
¿Cómo afectan las responsabilidades familiares al desarrollo profesional?
El estudio de OCC también exploró el impacto de las responsabilidades familiares en la carrera profesional. Mientras que el 33% de los encuestados afirmó que estas no afectan su trayectoria, el 14% señaló que sí las limitan, y de este grupo, el 57% son mujeres.
Un dato interesante es que el 22% de los participantes consideran que sus responsabilidades familiares han fortalecido su carrera, y de este porcentaje, el 65% son hombres. Esto sugiere que, para muchos hombres, el rol familiar no representa un obstáculo, sino una ventaja.
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Estos resultados evidencian la necesidad de implementar políticas laborales que fomenten la igualdad de oportunidades y permitan a las mujeres conciliar su vida familiar y profesional sin sacrificar su crecimiento laboral.
¿Qué pueden hacer las empresas para promover la equidad de género?
Las organizaciones tienen un papel crucial en la promoción de la equidad de género. Implementar políticas de inclusión, como horarios flexibles, licencias de paternidad y maternidad equitativas, y programas de mentoría, puede ayudar a reducir las brechas de género en el ámbito laboral.
Además, es fundamental fomentar una cultura organizacional que valore la diversidad y promueva la participación equitativa de hombres y mujeres en puestos de liderazgo. Esto no solo beneficia a las mujeres, sino que también contribuye al crecimiento y la innovación de las empresas.
El Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para reflexionar sobre los avances y los retos pendientes en materia de equidad de género. Con políticas adecuadas y un compromiso genuino, las empresas pueden contribuir a un entorno laboral más justo y equitativo para todos.
